mardi 12 février 2008

Oda a la apología del ridículo



BINOMIS, Obra social LA CAIXA

Música + lletgismes
Stanislau Verdet + Crustacis Homologats

Que alguien suba a un escenario acicalado con un peinado "retro" y comience a recitar chistes no es nada nuevo. Que se rodee de una decena de instrumentos y dé la bienvenida al público tampoco nos sorprende. Ni siquiera parece extraño que la taquilla espante al público desinteresado y el aforo de la sala se reduzca a un par de devotos, un periodista despistado, dos aburridos enamorados, tres agarrados invitados, y una señora de ochenta años que llega con retraso. Diez minutos. Precisamente el tiempo que tardó en romperse la previsibilidad, o sea, la predecible rutina de estos acontecimientos boicoteados por sus propios profetas: los “guays”.

El ciclo Binomis organizado por LA CAIXA invitó a Estanislao Verdet y cuatro músicos agrupados en la banda Crustacis Homologats a subirse al escenario, para presentar su último trabajo, Un que de llest és tonto i un que de tan tonto és llest (uno, que de feo es tonto, y que de tonto que es feo). De paso, destaponaron lo más rancio de un par de puñados de mentes que, por gusto o casualidad, actuaron de público. El artista (Paul Vallvé) presentó la enésima gota de la esencia del postmodernismo: el lletgisme; Abstenerse los clásicos y puristas: se trata de darle otra vuelta a la liberación de la creatividad, “la pasión por lo feo, lo cutre y ridículo como método de expresión”.

Uno puede imaginar el pensamiento de aquella señora que pospuso la vejez, cuando Estanislao comenzó sólo en el escenario, disculpándose por el retraso y haciendo música mezclando ritmos producidos por sus propias manos. Los ritmos se repetían a modo de bucle, mientras él comenzaba uno nuevo y dejaba sonar el resto en el ambiente. Se las apañó para componer la primera canción, con melodía incluida y dejando que la decena de instrumentos que le acompañaban fueran meros testigos. El primer contacto fue, cuando menos, inesperado y singular. Una puesta en escena insólita e interesante.

“¿Hay alguien entre el público que sepa tocar algún instrumento?”, fue recluyendo sus compañeros desperdigados en la sala. El estribillo de la primera pieza: “que mierda de canción, la letra no hace más que repetirse”; el argumento de la segunda: “el perro Rodolfo”; el leit-motiv de la tercera: “soy adicto al fluimocil”; y el mensaje de la cuarta: “los doblajes de TV3 son de pena”… y así sucesivamente, sin ser nuestra intención desvelar las sorpresas del espectáculo. Letras, pues eso, ridículas, feas, e incluso estúpidas para aquellos que todavía no se hubieran adaptado al buen ambiente creado en la sala gracias al humor exquisito del trovador. Piano, saxo, xilófono, un puñado de guitarras, un bajo, y la percusión digital del protagonista. Gotas de mucha improvisación, sobre todo en los discursos y frases apologéticas, para cocinar un experimento musical con melodías pegadizas a capela y ritmos variados: desde un vals hasta música africana. Ese fue el menú que la octogenaria señora degustó sin rechistar.

¿Qué estarían pensando los enamorados, los despistados, el profesional, y la jubilada? Probablemente pensaban que le paguen a alguien por hacer el gilipollas es un privilegio. O que hacer el ridículo y quedar bien, pasárselo bien y ser entretenido, es una virtud. O que inventar un nuevo humor, hacer reír al público bajo el tufo del postmodernismo sea una capacidad de ese elegido. O que merece la pena dar una oportunidad a las nuevas formas creativas y dejarse de prejuicios. Los que no pudieron juzgar ni disfrutar fueron los guays, y los freaks; o los que son freaks y guays a la vez. Pero tampoco se les echó de menos.

2 commentaires:

Estanislau Verdet a dit…

Moltes gràcies per venir ahir!
Moltes gràcies per aquesta resenya!
Moltes gràcies per no trobar a faltar els guais!
No et disculpis mai per parlar Català, home!

Per cert, a la web tenim una secció de fotos dels concerts i d'ahir no en tenim cap, ens podries enviar les fotos que vas fer? Les posariem i posariem el teu nom com a fotògraf, et sembla be?

Pots enviar-les a estanislau.verdet@gmail.com

Moltes gràcies!!

Pau.

Yeral a dit…

Julen, molt interessant la crítica del concert! Ja tinc ganes de veure a l'Estanislau en directe! A veure si quan torni d'Alemania puc veure'l actuar...