dimanche 30 mars 2008

Martxoak 31 / 31 de Marzo

Primavera. Udaberria

Aunque se le otorgue valor de medida, de paso del tiempo, nadie recuerda todas las primaveras que ha vivido. Van y vienen con el peso inefable de la inercia temporal, creando y rompiendo estúpidos pero hermosos clichés allá por donde transitan. Las primaveras no se recuerdan, se olvidan, pero gracias al poso que dejaron aquellas nos devuelven con cuentagotas sensaciones que se repiten en cada estación. Hay momentos en los que sin ser consciente del porqué, identificamos un aroma, una luz, la claridad, un ruido, una música, un sabor... con algún momento vivido en nuestra vida.

Las primaveras se olvidan, porque el poder de la mente no alcanza esas cimas que podrían convertirse en objetos de tortura. En esta vida, nuestro yo suplica olvidar los momentos amargos, y llegamos a seleccionar instintivamente aquello que nos hizo felices. No sé si fue en verano o en pleno invierno, o quizás en primavera; aunque no descarto que sucediera en otoño... pero cada vez que el invierno se diluye en pliegues de colinas en mi rostro recuerdo aquel momento de mi historia.

Recuerdo que de mi habitación colgaba un recorte de un periódico que naufragó con el tiempo; recuerdo su nombre y el color de su logo; recuerdo el papel que cada noche leía antes de acurrucarme en la cama, sus letras, sus palabras todavía desconocidas, su frases que me parecían inconexas; recuerdo a mi madre, que me despedía mientras repetía una y otra vez aquellos versos; me acuerdo de aquella mano atravesando Goienkale, la de mi padre, que ajeno a todo aquello, me hizo feliz llevándome a un concierto; recuerdo a mi hermana que me regaló aquel viejo casette que de boca a oído cambió de mano a mano, y quedó tan manoseado que pese a dejar un profundo surco en el roble, el tronco de mi pubertad, desapareció en el agujero negro del fondo del cajón de cualquier mengano.

Hay muchas sensaciones que nos invaden gracias a nuestra memoria. Como decía, hedores, imágenes, músicas, palabras... pero generalmente, no sabemos qué es el factor que las produce. Son impulsos insconcientes, sabores que nos llegan como tropiezos. Sin embargo, yo sigo recordando en primavera, verano, otoño, invierno... en cualquier momento o lugar, aquella sensación que me producía escuchar aquella canción, leer aquella letra una y otra vez. Repetía el proceso, hasta que a mi recuerdo no le quedó ningún recoveco para esquivar a su propia memoria. No pude huir, ni puedo huir, a aquellos escalofríos que me producía sentir aquella poesía.

Hitz haiek eta doinu hura, ez ziren egun horietan buruz ikasi nituen gauza bakarra. Hala ere, bi irudi baino ez ditut gogoan gaur egun: aitagurea batetik. Hori ahazteko, inguratzen nauen gizartea eta testuingurua aldatu beharko lirateke; Martxoak 31-k oparitutako abesti hura burutik ateratzeko ordea, berriro jaiota ere binilo zahar horren orbainak hortxe jarraituko zuenaren ziurtasuna daukat.

Martxoaren goiz,
ilun ta hitz batian,
garren artetik, goiz batez jaio ginan
eta zerutik lainoetatik behera,
gauza arraroak goiz hartan erortzen ziran,
gure gainean (...)

Nori okurrituko zitzaion egunkari hartan hitz horiek argitaratzea?
Milesker Martxoak 31

mercredi 26 mars 2008

Política de otro planeta (versión 2.0)

Cien mil o un millón. Ya no recuerdo cuantos eran. Ni cuándo, ni dónde, ni cómo... y si me apuras, tampoco el porqué. Son promesas de la campaña electoral que no pasan desapercibidas. Porque aunque su estela y resonancia artificial se difuminan en pocos días, la mentira consigue implantarse en nuestros subconscientes. Algunos meses después, el recuerdo de aquellas palabras reflota en nuestra retentiva, acompañadas o no por imágenes de algún mitin y el rostro de algún candidato. De cien mil propuestas alguna nos toca de cerca, quizás la más banal e ingenua, que pasa desapercibida. Pero
Muchos electores no deseaban que ganara ni uno ni otro. De momento, no nos afecta ni el euribor ni la subida del pan, y no nos consideramos extraterrestres. A mi me importa el billete de autobús (porque me da la gana y tengo derecho a ello, aunque no lo coja habitualmente), las retransmisiones deportivas en abierto, la climatología, el estado del ciclismo y la ecología. Tampoco incluyo ciertos aspectos personales, cuya bonanza no depende ni de uno ni del otro candidato. Y como a un servidor, seguro que millones de españoles comparten conmigo algunas preocupaciones, y muchos añaden otras a esa lista de temas que brillaron por su ausencia en la campaña electoral.
Siendo francos, se han gastado en España millones de euros, muchos de ellos obtenidos a través del heraldo público, para financiar una sarta de trolas que pertenecen a un mundo virtual, ficticio, el suyo. Ese mundo que pretenden construir, de angustias e inquietudes del español “estandar”, cortado por el mismo patrón y con las mismas preocupaciones. Un ser estereotipado a quien mentir y convencer les resulta una tarea relativamente cómoda.
Intento repasar con ahínco los puntos más llamativos de la monserga política de cada candidato en plena campaña, y… ¡sorpresa! Mi memoria no ha sido capaz de retener prácticamente nada. Muchas frases retóricas, vacías de contenidos, y alguna cifra en euros sin concretar el propósito final de los números. ¿Soy un imbécil? No, no creo que mi ineptitud sea para tanto. Simplemente, los directores de campaña y de comunicación de cada partido se dedican a ganar unas elecciones, a machacar al contrario, anularlo, aniquilarlo… y para ello recurren a la retórica clásica olvidándose del propio ciudadano. Elaboran determinado discurso con el objetivo de sentar a su candidato en sillón presidencial y se olvidan de los verdaderos requerimientos del público. No son pragmáticos, son políticos profesionales al servicio del triunfo, no del ciudadano.
Y muchos volvimos a picar. Dirán que son los daños colaterales de la campaña electoral, que el receptor volverá a desengañarse y no tendrá fuerza suficiente para tirar de las orejas a sus supuestos representantes. Lo cierto es que no hablaron ni de ciclismo, ni del autobús que tomaré pasado mañana, ni del precio de la gasolina que le fastidia a un colega, ni de las retransmisiones deportivas en directo, ni de ecología. Perdón, miento, de ecología sí dijeron algo y eso nos llamó la atención. Alguno prometió plantar un montón de árboles durante la legislatura, quizás los dos, o los tres… pero ya no recuerdo cuantos eran, ni cuándo, ni dónde, ni cómo... y si me apuras, tampoco el porqué.

mercredi 19 mars 2008

Sucedió en una biblioteca...

No me mires así. Tus ojos llenos de rencor no reflejan lo que sentimos aquella noche. Atado a la cama y bajo una oscuridad penetrante. Sin sonidos ni estímulos visuales abandonaste tus sentidos. Ocurrió en aquella cama de colchón rígido, donde ebrio te tumbaste, agarraste la almohada de mi lecho y tan ufano como un chiquillo primerizo me esperaste.

Comencé susurrándote al oído lo mucho que te quiero. Até un pañuelo a tu hocico, pero dejé libre tu ciega mirada. Amarré tus manos al cabezal de mi cama, y sentada en tu torso,desnuda, mis ingles sentían el aumento progresivo del ritmo de tu pecho. Sentía cada golpe en mi entrepierna, cosquillas por tu fino bello que con el mío se entrecruzaba. Un hormigueo que poco a poco, paulatinamente se hinchaba.

Me agaché para besar tu cara, sacaba mi lengua que penetraba en tus oídos. Persistía, y persistía mientras escuchabas mis jadeos, soltaba saliva y volvía a respirar el vao de mis hondos soplidos. Después la alargaba para llegar a tus vericuetos auditivos, mientras notaba, palpaba detrás mío, que la rígidez de tu cuerpo se extendía a todos tus miembros.

Mordisqueé tus firmes senos de atleta, y jugaron mis dientes con tus pezones. Exhalaba, inhalaba pausadamente sobre tu piel que ya estaba humeda, salpicada de ligeros cristalitos de sudor, como el rocío de las flores silvestres cada mañana. Mis labios recogieron una gota salada, un escueto aperitivo que aspiró mi garganta.

Soplé el núcleo de tu ombligo y salpiqué, sin querer de saliva el orificio. Continué, después escrutando tu cuerpo, mientras descendía por él asida a una clara y tiesa referencia. Besé en la bajada los obstáculos que me encontraba y rodeé con mi barbilla el que más me importaba. Me acercaba al final de aquel camino y econtré un mastil con una señal ardiente. Dibujé catorce vueltas en torno a él, y mi boca, la frívola serpiente empapada, sucumbió al poder de aquella llama que poco a poco devoraba.

Ahora, volverás de ese lugar donde te hayas escondido para esperarme, y seguirás hundiendo tu nariz en estos libros. Aquí tienes mi nota, escrita por las palabras que aquella lasciva boca dicta ahora en un murmullo. Pensabas que te seguiría a algún lugar, como lo hice aquella noche. Te equivocas. Borra mi rostro, y recuerda mis labios, enciérrate en tu soledad y regálate a tu solitario destino. Pero nunca olvides lo que juntos sentimos.

dimanche 16 mars 2008

Adaptar la historia al nuevo público



KUTSIDAZU BIDEA, IXABEL(Muéstrame el camino, Ixabel)

Presentación a cargo del director, Fernando Bernués, en el Festival Europeu de Courtmetratges de Reus.

Dirección: Fernando Bernués y Mireia Gabilondo
Guión: Nagore Aramburu, Fernando Bernués, Mireia Gabilondo, Joxean Sagastizabal y Carlos Zabala (Adaptación de la novela homónima escrita por Joxean Sagastizabal).
Actores/as: Mikel Losada, Ainere Tolosa, Mireia Gabilondo, Iñake Irastorza, Maite Arrese, Joseba Apaolaza, Anjel Alkain.
Duración: 90 mins.
Año: 2005

Un joven donostiarra (Juan Martín), se traslada a un caserio durante el verano del 78, con el objetivo de perfeccionar el euskera. Junto a la familia de acogida, vivirá un proceso de adaptación al entorno rural y será testigo de una serie de aventuras que marcarán su estancia.

La historia se reescribe continuamente, y sin duda alguna, el cine ha sido testigo de los mayores acontecimientos de los último años. Sirve para fotografiar, analizar, reflexionar, criticar... los distintos episodios de nuestras vidas. Sin embargo, existen lugaren donde el séptimo arte no ha tenido el papel predominante como herramienta documental de la sociedad coyuntural.
En euskadi, la producción audiovisual se ha resentido como fuente recopilatoria de la memoria colectiva. Es cierto que los diversos formatos audiovisuales conservados (series de televisión, fotografias...) podrían dibujar perfectamente la realidad. Sin embargo, falta una obra que reemplace a los libros de historia oficiales, o a las novelas representativas que cada nacionalismo encumbra a lectura obligada en el instituto.
A Kutsidazu bidea, Ixabel se le podría atribuir esa función: vertebrar una visión histórica en formato adiovisual, acorde con los tiempos. Además, es el paradigma perfecto: fue leído por los escolares de los años noventa (novela escrita más vendida en los últimos 15 años con 75.000 ejemplares), y podría erigirse como documento de visionado indispensable para los alumnos del nuevo siglo. No porque sea perfecta, sino porqué podría ser el único producto adaptado de estas características a todos los públicos, de todas las clases, aficiones y edades.
Es, además, un film con un guión sencillo y tramas inteligibles. Se retratan con humor temas como el folclore vasco; las costumbres de la sociedad del ámbito rural (contrapuestas a los estudiantes que provienen de la ciudad); se le otorga un papel predodimante al amor, que vertebra todo el film (todos los personajes, principales y secundarios, vivirán alguna situación romántica); y se da una pincelada sobre el conflicto vasco, en una recién estrenada agitada transición.
Fernando Bernués, en la presentación del film, calificó su obra como “comedia romñantico lingüística” y admitió que pese a basarse en la historia del pueblo vasco, cualquier “ciudadano se puede ver representado en la trama, ya que en ese retorno al ámbito rural, todo el mundo ha tenido una experiencia parecida”. Como principal ejemplo del choque entre el mundo rural y el urbano, se cita el aprendizaje de la lengua. Para los habitantes de las ciudades, el lenguaje utilizado en los pueblos era “una especie de swahili y no entendíamos nada”. El personaje principal vivirá una situación parecida.
Sin embargo, esa excesiva carga romántica a lo largo del film, llevará al espectador a no encontrar un hilo sólido para otorgar el protagonismo a una u otra historia. Además, se mezcla en un intento de diversificar el argumento, una sub-trama relacionada con el conflicto vasco: un activista de ETA (Euskadi Ta Askatasuna) se refugia en el momento por miedo a ser apresado por la Guardia Civil. En ese sentido, la película podría pecar de ingenuidad al intentar llenar vacíos argumentales.
El reparto es el mayor acierto de la película. Los dos actores principales (Mikel Losada y Ainere Tolosa) son dos neófitos en la gran pantalla que le otorgan frescura al relato. El papel cómico de ambos es interpretado con soltura, en una sucesión de gags. Detrás de ellos, todo un elenco de actores más reputados procedentes de la televisión. Desde Anjel Alkain, cómico clásico de la cadena pública, hasta un “fijo” en las series vascas, Joseba Apaolaza. Tampoco faltan a la cita actores con una dilatada trayectoria en el mundo del teatro, como Jose Ramón Soroiz o Maite Arrese.
En definitiva, Kutsidazu bidea, Ixabel supone una valiosa fuente alternativa que retrata correctamente el pasado de los vascos. Además, es una de las pocas obras rodada íntegramente en euskera, y para obtener fondos económicos tuvieron que idear una fórmula rentable: realizar otra versión, una miniserie compuesta por cuatro capítulos para la televisión. Resultado: 42.000 espectadores con 13 copias, “todo un éxito” según el director.

Julen Orbegozo Terradillos



mercredi 12 mars 2008

Política de otro planeta

Cien mil o un millón, ya no recuerdo cuantos eran. Ni cuándo, ni dónde, ni cómo, y si me apuras, tampoco el porqué. Son promesas que no pasan desapercibidas, porque aunque su estela se difumina en pocos días, la mentira consigue implantarse en nuestro subconsciente.
Yo no quise que ganara ni uno ni otro. No me afecta ni el euribor ni la subida del pan. Me importa el billete de autobús (aunque no lo coja, de momento), las retransmisiones deportivas en abierto, la climatología, el estado del ciclismo y la ecología. Tampoco incluyo ciertos aspectos personales, cuya bonanza no depende ni de uno ni del otro candidato.
Siendo francos, se han gastado en España millones de euros, muchos de ellos obtenidos a través del heraldo público, para financiar una sarta de trolas que pertenecen a su mundo ficticio.
Intento repasar con ahínco los puntos más llamativos de la monserga política de cada candidato, y… ¡sorpresa! Mi memoria no ha sido capaz de retener prácticamente nada. ¿Soy un imbécil? No creo que mi ineptitud sea para tanto. Simplemente, los directores de campaña y de comunicación de cada partido se dedican a ganar unas elecciones, a machacar al contrario, anularlo, aniquilarlo… y se olvidan de todo lo demás.
No hablaron ni de ciclismo, ni del autobús que tomaré pasado mañana, ni del precio de la gasolina que le putea a una colega, ni de las retransmisiones en directo, ni del ciclismo… ni de ecología. Perdón, de ecología sí. Alguien prometió plantar un montón de árboles durante la legislatura, pero no recuerdo ni quien de los dos, ni cuándo, ni dónde, ni cómo, y si me apuras, tampoco el porqué.

vendredi 7 mars 2008

7 de marzo. Fauna plurinacional

Y algunos siguen echando leña al fuego. Uno se dedica a observar la fauna plurinacional que campa en nuestros medios de comunicación. Imposible de abarcar todo el abánido, elige los extremos más expresivos y representativos. Impactante. En la Cadena Cope Federico y Cesar (Cesar y Federico) insisten en cruzar la línea que separa su bando con el resto del mundo, los enemigos. Mensaje directo a dos días de las elecciones, en forma de fórmula para imbéciles: ETA=Batasuna=ANV=Nacionalismo=aquellos que dialogan con los nacionalistas=PSOE=Garzón.
Conclusión: Garzón financia el terrorismo, ya que no ilegalizó a tiempo su aparato político (Fedérico dixit, o Cesar dixit, no distinguía bien el gruñido, aunque el mensaje supongo que hubiera sido el mismo).
Así somos en España. Digo somos en España. "España", porque se les antoja a algunos, como siempre. Y "somos", porque nos guste o no, seguimos llorando, por ella o contra ella.
--------------------------------
¿Cuantos años tendrán que pasar para que la razón humana se manifieste, se imponga? o mejor dicho,
¿Serán capaces algún día los humanos de demostrar que existe aquello que un día llegaron a bautizar?
Este mundo está plagado de ejemplos que cada día nos recuerdan lo que somos: animales imperfectos. Porque un animal tiene instintos inherentes a su condición natural. Nosotros disfrazamos de inteligencia esos sentimientos innatos e inseparables. Reímos, lloramos, odiamos, amamos, gozamos, sufrimos.
¿Tanto cuesta ver lo que nos acerca a aquellos que no piensan como nosotros, en lugar de ver lo que nos aleja de ellos?
---------------------------------

samedi 1 mars 2008

AMANECE


- AMANECE

Si esta cancion fuera palabra susurrada en tu oido;
si el humo de este cigarro, deseos inacabados;
si la lluvia en la ventana, lagrimas de dioses,
y corazones helados por tu palabra.

Melodías perdidas en un océano de sentimientos
queriendo tocarlas para sentirte cerca
sentir tus pestañas junto a mi mirada
cegarme con tu belleza y tu piel helada.

Ritmo de guitarra que retumba sin sentido
trincheras pobladas, almas acobardadas
pájaros rutinarios sobrevuelan en manada
suena la alarma, un corazón malherido.

Ejército andante, firme y vacilante
guerrilla que a la derrota, al sistema se une
llueve, parece sangre que el cielo nos escupe
amanece en la ciudad, nos espera fuerte, la muerte.