mardi 8 janvier 2008

Sócrates hijo de la gran puta

El otro día, como tantos otros días, paseaba por la biblioteca fijándome en las estanterías repletas de libros. Se me iban los ojos a un lado y a otro, entre tanta sabiduría que para algunos está a punto de caducar. Mi cerebro radiografía las portadas o los lomos de cada volumen para escanear los titulares y sentirme atraído, o por lo contrario, pasar de largo mostrándome indiferente. En realidad, me interesa casi todo, así que se pueden imaginar la sensación de insignificancia a la que soy reducido en ese espacio.
El otro día, mis ojos se posaron en un libro que en su titular escribía la palabra “WC”. Efectivamente, se trataba de un estudio sobre los graffities que un investigador había contabilizado y analizado en los servicios públicos de varias instituciones. Era peculiar, no me digan que no. En realidad, ¿quien no se ha parado a pensar el significado, el motivo, el contexto de esas inscripciones, tantas veces absurdas, pero otras veces seductoras y sugestivas? No es lo mismo toparse con un Paula, te quiero mucho (en el lenguaje neo-pos-contemporáneo, para que me entiendan algunos, su grafía exacta sería Paula t kiero +, o algo así) mientras apurado vacías tus intestinos acordándote del mamarracho que no tuvo otro lugar mejor para declarar su amor; que por ejemplo, la pregunta de “¿en quien piensas cuando cagas para inspirarte: Aznar, Bush o el Papa?” Evidentemente, tuvo más acierto quien concebió la segunda idea, entre otras cosas, porque no todos tenemos novia, y mucho menos pensamos en ella en este tipo de lugares.
Pues aquel hombre se había decidido a escribir una tesis, o algo parecido, sobre la tipología de los escritos en los servicios, las supuestas características psicológicas de los artistas y poetas... contabilizaba también las palabras que más aparecían. Apasionante. Porque ¿a quien no le ha afectado en mayor o menor medida una inscripción de ese estilo en determinado momento de su vida? Supongo que quien más quien menos habrá tenido un apretón alguna vez...
Claro, como vengo afirmando, hay reflexiones realmente absurdas, que pese a ello, hacen que algunos idiotas como yo activen todo un mecanismo de imaginación para averigüar todo lo relacionado con la misma. Tengo ganas de follar (lo típico): ¿quién puede tener ganas de follar en una biblioteca?, ¿se trata de ser grosero, sin más?, ¿en que situación me encuentro yo con respecto al enunciado?, ¿espera que alguien le responda?, en caso afirmativo ¿porqué lo escribe en el wc de los hombres? ¿acaso es homosexual?... menuda batería de preguntas con una simple y burda oración.
No quiero enrollarme demasiado. Pero brevemente, no me negarán que las anotaciones más interesantes son aquellas que te mantienen en vilo. Sí, aquellas en las que alguien escribe una frase, y otro le respone: a) Que viva España b) Que viva España, pero que viva lejos. Al día siguiente esperas encontrar la réplica, pero acabas decepcionado sin respuesta alguna. Pero no se crean que las dudas se esfuman, porque entonces es el momento para repetir todas las preguntas que he mencionado en el párrafo anterior, además por partida doble, y con otro elemento de incertidumbre: ¿dónde estarán estos dos tíos?

CONTINUARÁ

3 commentaires:

Unknown a dit…

Oye july ¿a que viene ese título? ¿me lo explicas? Y continUa...

Patricia a dit…

tantas preguntas..respuestas absurdas..es de lo que se mueve este mundo. ahora cuando vea esas inscripciones de las que hablas..pensaré que probablemente se trate de un poeta frustrado o incluso de una persona de la que algunos llaman "sinquehacer".
Me gusta tu literatura Julen..sigue escribiendo que habemos personas que nos gusta leerte.

Unknown a dit…

jubilaoooo! no tanta biblioteca y más fiesta